(Sánscrito). "Sacrificio", cuyo símbolo o representación es ahora la constelación Mriga ziras (Cabeza de ciervo), y también una forma de Vichnu. "El Yajña -dicen los brahmanes- existe desde la eternidad; porque procede de lo Supremo, en el que yace latente desde ningún principio".
Es la clave del Trai-Vidyâ, las tres veces sagrada ciencia contenida en los versos del Rig-Veda, que enseña el Yajña o misterios del sacrificio.
Como expresa Haug en su Introducción al Aitareya Brâhmana, el Yajña existe como una invisible presencia en todos los tiempos, extendiéndose desde el Âhavanîya o fuego sacrificial hsata los cielos, y formando un puente o escala por cuyo medio el sacrificador puede comunicarse con el mundo de los devas, "y aun ascender en vida a las mansiones de ellos".
Es una de las formas del Âkâza, dentro de la cual la mística Palabra (o su subyacente "Sonido") la llama a la existencia.
Pronunciada por el Sacerdote-Iniciado o Yogui, esta Palabra recibe poderes creadores, y es comunicada como un impulso en el plano terrestre mediante una ejercitada fuerza de voluntad.
[He aquí otros significados de la voz Yajña: adoración, devoción, piedad, culto; glorificación, alabanza; oración, sacrificio, oblación, ofrenda; el sacrificio personificado; Vishnú, Brahmâ.]
Concepto empleado en el hinduismo.