(Hebreo). Fürst demuestra que este nombre es el mismo que el griego Iao.
Yâho es una antiguo nombre semítico y muy místico de la Deidad suprema, mientras que Yah (véase esta palabra) es una abreviación posterior que, a causa de contener un ideal abstracto, llegó finalmente a ser aplicada y relacionada con un símbolo fálico: el lingham de la creación.
Lo mismo Yah que Yâho eran "nombres de misterio" hebreos derivados de Iao, pero los caldeos tenían un Yâho antes que los judíos la adoptaran, y entre ellos, como lo explicaron algunos gnósticos y neoplatónicos, era la más alta concebible deidad entronizada sobre los siete cielos y representando la Luz espiritual (Âtman, el universal), cuyo rayo era Nous, representando a la vez el inteligente Demiurgo del Universo de Materia y al Manas divino en el hombre, y siendo ambos Espíritu.
La verdadera clave de esto, comunicada sólo a los Iniciados, era que el nombre de IAO era "triliteral y su naturaleza secreta", según la explicaban los Hierofantes.
Los fenicios tenían también una deidad suprema cuyo nombre era triliteral, y sus significados secretos, ésta era también Iao; y Y ha ho era una palabra sagrada en los misterios egipcios, que significaba "la una eterna y oculta deidad" en la naturaleza y en el hombre; esto es, la "Ideación divina universal"; y el Manas humano, o el Ego superior.
Concepto utilizado en el judaísmo o, cábala