Uno de los dos grandes dioses del hinduismo, el otro es Siva.
En el período postvédico se combinó su culto con el de Vasudeva y Krishna, lo que sirvió para darle un carácter sincretista apoyado en el desarrollo de las ideas relacionadas con las diversas encarnaciones en que el dios se manifiesta para restaurar la religión verdadera.
Al aumentar la importancia de Siva, se produjo una simbiosis en ambas divinidades y Brahma, el creador, formando una especie de Trinidad o manifestación alterna de los tres aspectos del ser divino.
Es representado frecuentemente como de color obscuro, con cuatro brazos portando diversos emblemas, o dormido sobre la serpiente Sesa, que simboliza el océano primordial, en estado de reposo antes de dar comienzo al siguiente período de la Creación.
De su ombligo brota Brahma que es el elemento eficiente en el proceso de la Creación.
La montura de Visnú es el pájaro mágico Garuda; su consorte es Laksmin, también llamada Sri, diosa de la fortuna, que tiene un papel importante en el culto doméstico y es el centro de una fiesta anual panindia.
Concepto empleado en el hinduismo.