Espectros o cadáveres que van por las noches a chupar poco a poco la sangre de los vivos hasta matarlos.
-Formas astrales que viven a expensas de las personas, de quienes extraen vitalidad y fuerza.
Pueden ser los cuerpos astrales de personas vivas o de las que han muerto, pero que todavía se aferran a sus cuerpos físicos que están en la sepultura, tratando de conservarlos con el alimento que extraen de los vivos, y de esta suerte prolongar su propia existencia.
Tales casos son bien conocidos, especialmente en el seudeste de Europa (Moldavia, Servia, Hungría, Grecia, Rusia, etc.).
La clave para comprender la naturaleza de los vampiros es que la esfera sensitiva del hombre, de la cual el cuerpo visible es, por decirlo así, nada más que la almendra del fruto, se extiende mucho más allá de los límites del cuerpo; pero un cambio mutuo constante se verifica entre los dos.
Por consiguiente, el cuerpo del muerto en quien todavía existe un resto de la vida astral, puede vampirizar a los vivos, y aun más, esto se puede verificar entre los mismos vivos.
(F. Hartmann).
Casos muy auténticos de vampiros pueden hallarse en las obras de Maximiliano Perty y en Isis sin velo.
Algunas personas que no pueden ver tales vampiros, pueden sentirlos instintivamente y hasta físicamente, como un viento frío o como una corriente eléctrica que pasa por el cuerpo.
En el curioso artículo de H. P. Blavatsky publicado con el título: El Hipnotismo y sus relaciones con otros medios de fascinación, leemos lo siguiente: "¿Cuál es la causa racional del Vampirismo?" -Si se entiende por esta palabra la transmisión involuntaria de una parte de la propia vitalidad, o esencia de la vida, por medio de una especie de ósmosis oculta, desde una persona a otra, estando dotada (o más bien afligida) está última por dicha facultad vampirizante, entonces sólo puede comprenderse tal acto cuando estudiamos bien la naturaleza y esencia del "fluído áurico".
Como toda otra forma oculta en la Naturaleza, este fin y procedimiento exosmósico puede convertirse en benéfico y maléfico, sea inconsciente o voluntariamente.
Cuando un operador sano mesmeriza a un enfermo con el deliberado propósito de aliviarlo o curarlo, el cansancio experimentado por el primero está en proporción del alivio prestado.
La endósmosis ha tenido lugar, habiéndose el operador desprendido de una parte de su aura vital en beneficio del paciente.
Por otra parte, el vampirismo es un procedimiento ciego y mecánico, generalmente producido sin conocimiento del absorbedor ni tampoco de la persona vampirizada.
Es magia negra consciente o inconsciente, según el caso.
Porque tratándose de adeptos formados e instruídos y de hechiceros, el procedimiento se efectúa de un modo consciente y con la voluntad por guía.
En ambos casos, el agente de transmisión es una facultad magnética y activa, terrestre y fisiológica en sus resultados, engendrada y producida, sin embargo, en el plano de la cuarta dimensión: el reino de los átomos".
(Estudios Teosóficos, serie II, págs. 67 y 68).
-Para más detalles, véase: Isis sin velo y el artículo Kâma-rûpa.
Expresión usada en parapsicología y fenómenos paranormales.