(Sánscrito). Son los Nâgas (serpientes) que residen en el Pâtâla, el mundo inferior o infierno, según las ideas populares; los Adeptos, grandes Sacerdotes e Iniciados de la América Central y del Sur, conocidos de los antiguos arios; en donde Arjuna se desposó con Ulûpî, hija del rey de los nâgas.
El Nagalismo o culto de los Nâgas prevalece aun hoy día en Cuba y Haití, y el Vuduísmo, rama principal del primero, ha penetrado hasta Nueva Orleáns.
En Méjico los principales "hechiceros", los "hombres de medicina", son denominados Nagals aun en nuestros días; de igual modo que miles de años atrás los grandes sacerdotes caldeos y asirios eran llamados Nargals, siendo ellos jefes de los Magos (Rab-Mag), oficio ejercido en otro tiempo por el profeta Daniel.
La voz Nâga, "serpiente sabia", se ha hecho universal, porque es una de las pocas palabras que han sobrevivido al naufragio de la primera lengua universal.
En la América del Sur, lo mismo que en la Central y en la del Norte, los aborígenes empleaban dicha palabra desde el Estrecho de Behring hasta el Uruguay, en donde significa "jefe", "maestro" y "serpiente".
La misma voz uraga puede haber llegado a la India y sido adoptada por su conexión, en tiempos prehistóricos, con la América del Sur y el mismo Uruguay, porque dicho nombre pertenece al americano indio nativo.
El origen de los uragas, a juzgar por todo cuanto saben los orientalistas, puede haber sido en el Uruguay, puesto que existen leyendas acerca de ellos que sitúan a sus antecesores los nâgas en Pâtâla, los antípodas o América.
[Uragas: serpientes, serpientes divinas: constituyen un orden de seres celestiales dotados de gran sabiduría.
Leemos en el Bhagavad-Gîtâ (XI, 15): "En tu cuerpo, oh Dios, contemplo los dioses todos y las innúmeras variedades de seres, a la par que Brahmâ, el Señor, sentado en su trono de loto, y todos los Richis y Uragas (serpientes celestes).]
Teosofía: definiciones usadas en teosofía, su interpretación del sánscrito y de las religiones de la India.
La presente definición debe ser entendida en este contexto por la particular orientación que la teosofía le da.