[o Tri-lokî] (Sánscrito). Literalmente: Las "tres regiones" o los tres mundos, [el triple mundo o el conjunto de los tres mundos]; la tríada complementaria del brahmánico cuaternario de mundos denominado Bhuvanatraya.
El budista laico profano menciona sólo tres divisiones de cada mundo, mientras que el brahmán no iniciado sostendrá que tales divisiones son cuatro.
Las cuatro divisiones de este último son puramente físicas y perceptibles por los sentidos, así como la trailoka del budista son puramente espirituales y éticas.
La división brahmánica puede encontrarse plenamente descrita bajo el título de Vyâhritis, siendo la diferencia por ahora suficientemente expuesta en el paralelo que sigue:
Todos éstos son los mundos de los estados post mortem.
Por ejemplo, Kâmaloka o Kâmadhâtu, la región de Mâra, es aquel que los cabalistas medievales y modernos denominan "mundo de la luz astral" y "mundo de cascarones".
El Kâmaloka, lo mismo que toda otra región, tiene sus siete divisiones, la inferior de las cuales empieza sobre la tierra, o invisiblemente en su atmósfera; las seis restantes ascienden gradualmente, siendo la superior la mansión de aquellos que han muerto a causa de un accidente o de suicidio en un arrebato de locura pasajera, o que fueron de otra manera víctima de fuerzas exteriores.
Es un lugar en donde todos aquellos que han muerto antes del fin del término señalado para ellos, y cuyos principios superiores, por lo tanto, no van en seguida al estado Devachánico, sueñan un dulce sueño de olvido sin ensueños al término del cual, o renacen ellos inmediatamente, o pasan por grados al estado devachánico.
Rûpadhâtu es el mundo celestial de forma, o lo que nosotros llamamos Devachán.
Entre los no iniciados brahmanes, chinos y otros budistas, el Rûpadhâtu está dividido en diez y ocho Brahmâ o Deva-lokas; la vida de un alma dura allí desde medio yuga hasta 16.000 yugas o Kalpas, y la estatua de las "sombras" es de media yojana hasta 16.000 yojanas (¡midiendo cada yojana de cinco y media a diez millas!), y tales desatinos teológicos como éste procedieron de cerebros sacerdotales.
Pero la Filosofía esotérica enseña que si bien para los Egos, de momento, cada cosa o cada uno conserva su forma (como en un ensueño), sin embargo, como Rûpadhâtu es una región puramente mental y un estado, los Egos mismos no tienen forma fuera de su propia conciencia.
El Esoterismo divide esta "región" en siete Dhyânas, "regiones" o estados de contemplación, que no son localidades, sino representaciones mentales de éstas.
Arûpadhâtu: esta "región" se divide a su vez en siete Dhyânas, aun más abstractas y sin forma, porque este "Mundo" carece de toda forma o deseo, cualquiera que sea.
Es la más elevada región del Trailokya después de la muerte; y como quiera que es la mansión de aquellos que se hallan casi dispuestos para el Nirvâna, y es en realidad el verdadero umbral del estado nirvánico, es lógico que en el Arûpadhâtu (o Arûpavachara) no puede haber forma ni sensación ni sentimiento alguno relacionado con nuestro Universo de tres dimensiones.
[Véase: Lokatraya.]
Concepto empleado en el hinduismo.