Todo aquel que ha sido cobijado bajo el manto de la carne ha sido tentado.
Ni aún Cristo escapó. Y cuanto más desarrollados estamos, más sutiles son las tentaciones que salen a nuestro paso.
Además, ocurre que estas tentaciones nos vienen frecuentemente por medio de uno en quien tenemos confianza plena, con objeto de que aprendamos a discernir en cuanto al mérito intrínseco de cualquier proposición, por encima de nuestra simpatía o antipatía hacia aquel por cuyo intermedio se nos presenta el problema.
Concepto usado en el contexto de la filosofía, filósofos, pensamientos, ideas, reflexiones