(Sánscrito). Una divinidad siria adorada por idólatras hebreos lo mismo que por sirios.
Las mujeres de Israel celebraban anualmente lamentaciones por Adonis (hermoso joven idéntico a Tamuz).
La fiesta que se celebraba en honor suyo era solsticial, y empezaba con la luna nueva en el mes de Tammuz (julio); y se verificaba principalmente en Byblos, en Fenicia; pero celebrábase también aun en el siglo IV de nuestra era en Bethlehem; pues vemos a San Jerónimo (Epístolas, pág. 49) escribir sus lamentaciones con estas palabras: "¡Sobre Bethlelem, la arboleda de Tammuz, esto es de Adonis, estaba proyectando su sombra! Y en la gruta donde antes llorara el niño Jesús, era llorado por el amante de Venus." En efecto, en los Misterios de Tammuz o Adonis, transcurría una semana entera en lamentos y llanto.
Las procesiones fúnebres eran seguidas de un ayuno, y más tarde de regocijos; porque después del ayuno se consideraba a Adonis-Tammuz como resucitado de entre los muertos, y por espacio de varios días seguían sin interrupción desenfrenadas orgías de júbilo, de comida y bebida, como ahora durante la semana de Pascua.
Concepto utilizado en el judaísmo o, cábala