Pequeño santuario transportable en forma de tienda de campaña, erigido por los israelitas durante su peregrinación por el desierto, descrito en detalle en Éxodo 2531.
Estaba constituido por el Arca del Testimonio o de la Alianza (que contenía el Pote de Oro del Maná, la Vara que floreció de Aarón y las Tablas de la Ley que fueron dadas a Moisés); el Altar de las Ofrendas o Sacrificios; el Lavabo o Pila de Bronce, y el Sancta Sanctorum, donde estaba colocada el Arca y cuyo mobiliario simbólico consistía principalmente de tres objetos: el Altar de Incienso, la Mesa de los Panes de Proposición y el Candelabro de Oro.
Éste era considerado el lugar desde donde Dios se comunicaba con su pueblo.
El Templo de Salomón (Reyes 68) fue construido o delineado en la misma forma.
En la Iglesia Católica, el Tabernáculo es el receptáculo que contiene los elementos de la Eucaristía. El gran templo de los mormones en Salt Lake City es también llamado el Tabernáculo.
El Tabernáculo, diseñado y proyectado por Jehová, representa la incorporación de grandiosas verdades cósmicas ocultas bajo el velo del simbolismo, que hablaban al hombre en su fuero interno, esto es, a su Yo superior.
Los relatos bíblicos de la salvación de Noé y un residuo de su pueblo del Diluvio y el éxodo del pueblo hebreo a Egipto, la tierra del Toro (Tauro) atravesando las aguas que anegaron a los enemigos de Moisés para adorar al Cordero (Aries), en cuyo signo entró entonces el Sol por precesión de los equinoccios, se refieren a un mismo asunto, esto es a la emergencia de la humanidad infantil del inundado continente Atlante hacia la presente época de ciclos alternantes.
Como entonces la humanidad acababa de ser dotada de mente, empezó a comprender y a evaluar la pérdida de la vista espiritual que hasta aquel momento había poseído, sintiendo nostalgia por el mundo espiritual y sus guías divinos.
Así, pues, el Tabernáculo en el Desierto (el Templo de Misterios Atlantes) le fue dado para que pudiera hallar a su Señor cuando se hubiera calificado para ello por medio del servicio y la subyugación de la naturaleza inferior por el Yo superior.
Concepto utilizado en el judaísmo o, cábala