(Latín). "La práctica sagrada de echar suertes para fines de adivinación", ejercida por el clero cristiano primitivo y medieval.
San Agustín, que no "desaprueba este método de conocer el porvenir, con tal de no utilizarlo para objetos mundanos, lo practicaba él mismo".
(Vida de San Gregorio de Tours).
Pero "si era practicado por laicos, herejes o paganos", de cualquiera especie, el sortes sanctorum se convertía -si creemos a los buenos y piadosos Padres- en sortes diabolorum o sortilegio (hechicería).
Concepto usado en el contexto del catolicismo y la Iglesia Católica