Nombre dado al infierno en el Antiguo Testamento y en las escrituras rabínicas.
Estaba considerado como la parte más baja de las tres esferas del universo, la que se encontraba debajo de la superficie de la tierra.
El suelo se podía abrir y tragarse a los seres humanos, llevándolos vivos hasta el infierno cuando habían blasfemado contra Dios.
Samuel II (22;1-6): "David dirigió a Yavé este cántico cuando Yavé le libró de todos sus enemigos y de la mano de Saul dijo: Yavé es mi roca y mi fortín, mi libertador, mi Dios, la roca en que me refugio, mi escudo, clavo de mi salvación, mi ciudadela y mi cobijo; mi salvador que del acoso me salvaste: invoco a Yavé, digno de alabanza, y me hallo a salvo de mis enemigos. Las olas de la muerte me envolvían, me espantaban los torrentes de Belial, los lazos de seol me atenazaban, la muerte me tenía entre sus cepos".
Concepto utilizado en el judaísmo o, cábala