(Sánscrito). Los "poderosos"; los señores de los tres mundos superiores.
Una de las clases de espíritus "caídos" o que se encarnan.
Todos ellos nacieron de Brahmâ [según el Vichnu-Purâna, mientras que en otras partes leemos que los once Rudras son hijos de Kazyapa y Surabhi.
En la Doctrina Secreta se dice que los Rudras son hijos de Rudra; y constituyen las siete manifestaciones de Rudra-Shiva, el dios destructor y también el gran Yoguî y asceta (II, 173).
Son unos semidioses inmensamente poderosos y tienen que nacer en cada edad, esto es, se reencarnan en cada manvantara (II, 242), con un nombre distinto en cada "período" (II, 651).
La mitad de ellos son brillantes y benévolos, y los demás son negros y feroces.
Su número es de once y se llaman: Ajaikapâd, Ahivradhana, Aparâjita, Virûpâkcha, Surezvara, Jayanta, Bahurûpa, Tryambaka, Savitra, Hara y Rudra.
Se los ha designado también con la denominación de los "diez alientos vitales (prana), con el corazón (manas) como undécimo" (II, 578).
Otros autores dicen que los Rudras personifican las once distinciones de Shiva (sabiduría, bondad, poder, valor, justicia, verdad, etc.).
El jefe de todos ellos es Hara o Zañjkara, que es el mismo Shiva.
(Véase: Bhagavad-Gîtâ, X, 23).
En el Rig-Veda los Rudras son identificados con los Maruts, aunque bajo otro aspecto, viniendo a ser personificaciones de los vientos, y teniendo relación con los vientos y las tempestades.
De ahí su nombre, que significa "lloradores" o "gemidores", de la raíz rud (llorar, gemir) y hace alusión al rumor del viento.]
Concepto empleado en el hinduismo.