Amigo íntimo de un adepto llamado Labujardière. En 1648 heredó de éste cierta cantidad de piedra filosofal, con la que se presentó al emperador Fernando III de Bohemia, que estaba muy versado en la filosofía hermética, y en presencia del cual, después de haber tomado todas las precauciones que eran del caso, se hizo la operación transmutatoria dirigida por el conde de Rutz, director de las minas.
Con un grano del polvo de Richthausen se transformaron dos libras y media de mercurio en oro, con el cual el emperador hizo acuñar una medalla que en 1797 se conservaba aun en la Tesorería de Viena.
Con otra parte del mismo polvo, Fernando III hizo una nueva proyección en Praga, en 1650, y con el oro resultante se fabricó otra medalla que en el siglo pasado (XVIII) figuraba todavía en la colección del castillo imperial de Ambras, en el Tirol.
En virtud de estos hechos, el emperador concedió a Richthausen el título de barón del Caos, y con tal nombre recorrió toda la Alemania haciendo proyecciones.
Su operación más famosa fue la que en 1658 hizo ejecutar el Elector de Maguncia, quien convirtió en oro cuatro onzas de mercurio.
Para más detalles, consúltese: Louis Figuier: L'Alchimie et les Alchimistes, 3ra. Edición, pág. 248.
Expresión usada en alquimia.