Esta nobilísima facultad humana se ha representado bajo la figura de una mujer armada y con el casco adornado con una diadema.
Esta mujer pone bajo el yugo y tiene encadenado un león, símbolo de las pasiones que ella debe dominar.
Detrás de la figura crece un olivo que indica que la paz del alma es el fruto de tal victoria.
-La razón pura, sinónima de Buddhi, es la más elevada facultad del hombre, la que más le distingue del bruto y de todos los seres irracionales.
Según la definición generalmente admitida por los filósofos y naturalistas, el hombre es un "animal racional".
Suprimid en él la razón, y necesariamente no quedará otra cosa que el animal.
¿Es propio, pues, de hombres dejar perder en nosotros el imperio de la razón y ahogarla por el desbordamiento de las pasiones y el desenfreno de los instintos animales? ¿Tiene el hombre derecho a destruir o atrofiar tan nobilísima facultad y privarse de su uso mediante el empleo de substancias embriagantes y soporíferas, como el alcohol, el opio, la morfina y otras por el estilo que tienden a embrutecerlo más y más? ¿Es justo, por otra parte, combatir y poner freno a la "funesta manía de pensar"? ¿Puede nadie, sea quien fuere, poner trabas al ejercicio de la razón y obligar a creer ciegamente dogmas y doctrinas que están en desacuerdo con tan elevada facultad? ¿Debe, por su parte, el hombre mirar con menosprecio ese don divino, ese don del cielo, y renunciar ni por un momento a su uso para someterse cobardemente a la fe ciega, a esa "fe del carbonero", a esa "enfermedad mental", como la califica H. P. Blavatsky en la Clave de la Teosofía? Con la mano puesta sobre el corazón, responda sinceramente a estas preguntas cualquiera persona de sano criterio y libre de preocupaciones y fanatismos, cualquiera persona que se precie de ser "racional" y pueda con justicia, por lo tanto, juzgarse superior al bruto.
La Teosofía, que aspira a ennoblecer al hombre desarrollando y enalteciendo sus facultades superiores, no explota jamás la credulidad humana; a nadie impone violentamente sus doctrinas ni le obliga a aceptar con ojos cerrados sus enseñanzas, sobre todo si éstas no concuerdan con los dictados de la razón y de la conciencia de cada uno.
Otro tanto hace el Budismo cuando sienta que nadie ha de creer lo dicho por cualquier sabio, ni lo escrito en cualquier libro, ni lo afirmado por la tradición, a no ser que esté de acuerdo con la propia razón.
(Véase: Olcott, Catec. Búd., 42da. Edic., Question 196).
Teosofía: definiciones usadas en teosofía, su interpretación del sánscrito y de las religiones de la India.
La presente definición debe ser entendida en este contexto por la particular orientación que la teosofía le da.