(Sánscrito). Un daitya (demonio) que tenía la parte inferior del cuerpo como la cola de un dragón.
Se hizo inmortal robando a los dioses cierta cantidad de Amrita (elixir de vida divina), para cuya obtención estaban ellos batiendo el océano de leche.
Impotente para privarle de su inmortalidad, Vishnú le desterró de la tierra, e hizo de él la constelación del Dragón, recibiendo su cabeza el nombre de Râhu y su cola el de Ketu, astronómicamente los nodos ascendente y descendente.
Desde entonces ha sostenido con su apéndice caudal una guerra destructora contra los delatores de su hurto, el sol y la luna, y (durante los eclipses) dícese que los devora.
Como se comprende, esta fábula tiene un significado místico y oculto.
[Râhu es el gran Dragón que trata siempre de devorar el sol y la luna (la causa de los eclipses).
Doctrina Secreta, III, 388.]
Concepto empleado en el hinduismo.