Dominación de una persona. o de varias, por el espíritu de un ser maligno o de un fallecido.
En la psiquiatría moderna se considera tal estado como una alteración psíquica, en la que se manifiesta un desdoblamiento de la personalidad.
Las características más habituales de la llamada posesión son: cambio de la expresión facial, cambio de la voz, y cambio de la propia individualidad, con manifestaciones extrañas al carácter normal del individuo en cuestión.
Expresión usada en parapsicología y fenómenos paranormales.