Sacerdotisa de Apolo, en el templo que este dios tenía dedicado en Delfos.
Recibía este nombre de la mitológica serpiente Pitón, a la que el dios tuvo que dar muerte, antes de que se pudiera construir su templo.
La pitonisa recibía, cuando estaba en estado de trance, la inspiración divina.
Los oráculos* se escribían por duplicado, para que una de las copias quedase formando parte de los archivos del templo.
A partir del s. TV a. C. la importancia de estos oráculos disminuyó notablemente, pues corrieron rumores de que había engaños y fraudes en las respuestas dadas.
Expresión utilizada en mitología.