El Período Lunar está descrito en el sexto versículo del primer capítulo del Génesis que dice: "y los Elohim dijeron: haya una expansión en las aguas, para que el agua se divida del agua".
Esto describe exactamente las condiciones del Período Lunar cuando el calor de la masa ígnea brillante y el frío del espacio exterior formaron una cubierta de agua en torno del centro radiante.
El contacto del fuego con el agua generó vapor, que es agua en expansión.
Era diferente del agua relativamente fría, que constantemente gravitaba hacia el centro ígneo, ardiente, para reemplazar al vapor que surgía.
De esa manera había una circulación constante del agua en suspensión, y también una expansión, como el vapor, que surgía formando una neblina ardiente que se condensaba al ponerse en contacto con el espacio externo, volviendo nuevamente al centro para volverse a calentar y realizar otro nuevo ciclo.
Así que había dos clases de agua y una división entre ellas, tal como lo describe la Biblia.
El agua más densa estaba más próxima al centro incandescente; el agua en expansión o vapor estaba fuera.
Término utilizado en esoterismo, espiritualidad o, en el movimiento rosacruz.