Emblema de la soberbia y de la inteligencia de cien ojos, y también de la Iniciación.
Es el ave de la sabiduría y del conocimiento oculto; tiene en la cabeza una svastika, una corona a modo de estrella de seis y a veces siete rayos (doble triángulo); su cola representa el cielo estrellado, y en su cuerpo están escondidos los doce signos del Zodíaco, por lo cual se le denomina Dvâdaza-kara, el de doce manos, y Dvâdazâkcha, el de doce ojos.
(Doctrina Secreta, II, 655).
-Según cuenta una tradición oriental, fue arrojado del cielo juntamente con Satán.
Los yezidis, calificados de "adoradores del diablo", le tributan culto con el nombre de Muluk-Taus, "señor Pavo real".
(Véase: Doctrina Secreta, II, 541).
-Entre los antiguos cristianos, esta hermosa ave era símbolo de la resurrección, pues, como es sabido, se le caen todos los años las plumas al acercarse el invierno, para cubririse con ellas de nuevo al llegar la primavera, cuando la Naturaleza parece salir de la tumba.
Así es que se le encuentra en algunos monumentos cristianos de las catacumbas, junto a otras figuras que representan igualmente la resurrección y la inmortalidad.
En uno de dichos monumentos, descubierto en Milán, en 1845, vése el pavo real rodeado de siete estrellas.
El ave en cuestión figura asimismo entre los animales reunidos en torno a Orfeo en las pinturas cristianas que representan a este insigne poeta y tañedor de la lira.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.