Como dice P. Christian muy acertadamente y de acuerdo con las enseñanzas esotéricas, pronunciar una palabra es evocar un pensamiento y hacerlo presente; la potencia magnética del lenguaje humano es el principio de toda manifestación en el mundo oculto" Las cosas, para cada uno de nosotros, son lo que la palabra hace de ellas al nombrarlas.
Las palabras de un hombre son benéficas o maléficas según las influencias ocultas de sus elementos, esto es, las letras que las componen y los números correlativos a las mismas.
(Histoire de la Magie, obra citada en la Doctrina Secreta, I, 121).
La Palabra es el poder generador de la creación.
(Doctrina Secreta, II, 584).
Véase: Logos, Mantra, Nombre, Vâch, etc.
Término utilizado en esoterismo, espiritualidad o, en el movimiento rosacruz.