Según Piobb, la noción de número es para el iniciado no sólo la expresión de una cantidad sino, básicamente, la manifestación de cualidades que representan, esencialmente, una ordenación de ideas.
En ocultismo hay /Mineros regulares que corresponderían a figuras geométricas asimismo regulares, y números irregulares que corresponderían a figuras irregulares.
También existen los números evocadores y los números figurativos; los primeros evocan, si bien no representan, una concepción o idea.
Los segundos, por el contrario, expresan una idea definida.
En la Kabbalah* el número, o la cifra es la case de interpretación.
Las cifras cabalísticas —o interpretación de las letras del alfabeto hebreo como cifras— son secretas. sólo pueden ser interpretadas por los iniciados.
De todos modos hay ciertas claves; así, por ejemplo, existen tres letras madre que corresponden a los números 1, 13 y 21; siete dobles: 2, 3, 4, 11, 17, 20 y 22.
Y, por último, doce simples: 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12, 14, 15, 16, 18 y 19.
Por otro lado el simbolismo de los diez primeros números es el siguiente: El uno es el símbolo del ser, del principio activo que se identifica con el centro, y que se fragmenta para originar la multiplicidad.
El dos, es el reflejo, el conflicto, la contraposición.
En el esoterismo, este número está considerado como nefasto, porque también significa la sombra, el dualismo.
El tres es la síntesis espiritual. Es la resultante armónica de la acción de la unidad sobre el dos. Es el número —idea del cielo y de la Trinidad--
El cuatro es el símbolo de la tierra; es el cuadrado y el cubo. Es el número de las realizaciones tangibles y de los elementos. En el plano místico representa el tetramorfos*.
El cinco es el símbolo del hombre.
El seis corresponde a la ambivalencia y al equilibrio.
El siete es el orden completo. Corresponde a la estrella de siete puntas, a la conexión del triángulo y del cuadrado.
El ocho es el símbolo de la regeneración.
El nueve es el triángulo del ternario, símbolo de la verdad para los hebreos.
Por último, el diez que constituye el retorno a la unidad. Se le consideró el número de la perfección en las escuelas pitagóricas. Es el símbolo de la realización espiritual.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.