Los santos Padres, y en particular San Gregorio Filón y otros, han considerado la nuez como el símbolo de la perfección
Así vemos que en la iglesia primitiva se ponían nueces en las tumbas de algunos cristianos para indicar su consumada virtud
Pero los escritores de los primeros siglos creían ver en dicho fruto el símbolo de Cristo, según se desprende de ciertos curiosos pasajes de San Agustín y de San Paulino
He aquí lo que dice este último autor: "En la nuez está Cristo; la materia leñosa de la nuez es Cristo porque en el interior de la nuez está el alimento; la cáscara está al exterior; pero por encima hay una corteza verde que es amarga
He aquí a Dios-Cristo velado por nuestro cuerpo, que es frágil por la carne, alimento por el verbo, y amargo por la cruz"
Véase: Martigny: Dictionnaire des Antiq. Chrét.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.