Tanto en las religiones de Persia y Oriente Medio, como en el misticismo hebreo, se contempla el concepto de «la nada» corno una realidad inefable o un estado de indiferencia.
Es también la morada del ser absoluto, según los místicos orientales.
En teosofía* se habla de la nada como un concepto igualmente absoluto el comienzo y el fin del mundo.
En tal sentido la ;lada sería mayor que el ser y el pensamiento.
En la kahhalah* hay un anagrama que identifica la palabra nada, Ain, en hebreo, con el término Ani, «yo».
Voz asociada con religión y religiones antiguas.