Las escrituras budistas aluden a él como "el malo".
Es considerado un ser demoníaco enemigo por excelencia de todo el que aspira a vivir santamente.
La tradición budista señala que Mara intentó evitar que Buda llegara a la iluminación.
Mara aparece a lo largo del ministerio de Buda disfrazado a veces bajo apariencia humana o de animal, pero siempre es rechazado, sin conseguir su propósito de desviar la atención de Buda. En el canon budista encarna la concupiscencia, el odio y el engaño.
Expresión usada en budismo y sus tradiciones.