Del año 1000, aproximadamente, data la costumbre de cubrir el altar durante el período de ayuno, gran difusión a partir de los siglos XIV-XV, pintados o bordados con miniaturas representando escenas de la Pasión, o los instrumentos de la misma; al principio eran de lino blanco, pero luego fueron adoptando los colores litúrgicos (negro, violeta, pardo).
Concepto usado en el contexto del catolicismo y la Iglesia Católica