LUSTRACIÓN

LUSTRACIÓN

Ceremonia religiosa que practicaban los griegos y los romanos para purificar las ciudades, los campos, rebaños, casas, etc., así como los niños recién nacidos y las personas manchadas por un crimen o inficionadas por un objeto impuro

Tales prácticas se hacían ordinariamente por medio de aspersiones, procesiones y sacrificios expiatorios

Las lustraciones propiamente dichas se practicaban por medio del fuego, del azufre quemado, de las fumigaciones de laurel, sabina, enebro, olivo y otras plantas, de la aireación o del agua lustral (agua purificada con un tizón ardiente sacado del fuego del sacrificio, y que se empleaba en forma de aspersiones, como se hace con el agua bendita)

La lustración de los niños era una ceremonia análoga a la del bautismo propio de los países cristianos, puesto que en ella el tierno ser recibía su nombre y era purificado con una aspersión de agua lustral

Practicábase en el día llamado lustral, que para los niños era generalmente el noveno después del nacimiento, y para las niñas el octavo, terminando la ceremonia con un festín y grandes regocijos.

Voz asociada con religión y religiones antiguas.