Alquimista, natural de la Silesia. En el año 1483, hizo en la corte de Marburgo y en presencia de gran número de testigos, algunos experimentos con su tintura filosófica para transformar el plomo en oro puro
En vista del éxito feliz de tales operaciones, Juan Dornberg, ministro del landgrave Enrique III, le exigió que le revelara el secreto, y habiéndose el alquimista negado a sus pretensiones, fue encerrado en una cárcel, donde murió de hambre
Este y otros casos que podrían relatarse, muestran cuan atinadas y justas eran las reglas trazadas en el libro De Alchymia, atribuído a Alberto el Grande, y que deben servir de norma a los alquimistas para llegar a la grande obra
La primera de estas reglas es la siguiente: "El alquimista será discreto y callado; no revelará a nadie el resultado de sus operaciones"
Otra de dichas reglas dice así: "Evitará (el alquimista) tener relación alguna con los príncipes y señores".
Expresión usada en alquimia.