La creencia de que el destino de cada persona está escrito, lo mismo que el desarrollo de su vida y las obras, tanto buenas, como malas, que ha realizado desde su nacimiento, está muy arraigada en diferentes culturas.
Así, por ejemplo, en el antiguo Egipto existía un libro que relacionaba el destino de cada individuo con el juicio que se debía pasar ante Osiris.
Los judíos poseen en el Antiguo Testamento gran número de alusiones a hechos similares.
Exodo (32;32-33): "Si tú quisieras, a pesar de todo, perdonar su pecado, Si no, bórrame del libro que has escrito. Yavé dijo a Moisés: "Al que ha pecado contra mi, le borraré yo de mi libro". También hay citas al respecto en el Nuevo Testamento, donde se habla de "los nombres escritos en el cielo" y del libro de la vida, lo mismo que de las obras escritas de los que van a ser juzgados".
Apocalipsis (13;8): " Y la adoraron todos los habitantes de la tierra, aquellos cuyo nombre no está escrito, desde la fundación del mundo, en el libro de la Vida del Cordero inmolado".
(20;12): "Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono. Fueron abiertos los libros; y otro libro fue abierto, el libro de la Vida; y los muertos fueron juzgados por las cosas escritas en los libros, según sus obras". Asimismo los musulmanes cuentan en el Corán la existencia de un libro donde se encuentra anotada la vida de cada persona.
Sura 17 (aleyas 13 y 14): "Y a cada cual le hemos colgado en el cuello su obra; y en el dia de la resurrección le presentaremos un libro que encontrará abierto".
"Y le diremos: Lee tu libro. Hoy te bastarás tú mismo para juzgarte".
Voz asociada con religión y religiones antiguas.