Las creencias ancestrales tibetanas aparecen mezcladas en el movimiento bon entre los pobladores de esta zona de Asia, que consideran al Tibet como un lugar lleno de potencias innumerables, dioses ctónicos, fenómenos divinizados.
Los laicos hablan de potencias que se manifiestan a través de signos que pueden ser positivos o negativos.
Estas potencias son irascibles en grado sumo, y se encuentran clasificadas en "'ha" o dioses de arriba; "gñan o divinidades de las rocas que están en medio, y "klu", las que están abajo.
Voz asociada con religión y religiones antiguas.