Espíritu de características parecidas a las de la larva*, en el sentido de que constituyen, de acuerdo con el ocultismo, las almas de los difuntos que retornan al mundo de los seres vivos.
En la antigua Roma se les consideraba espíritus maléficos, que descendían a la tierra en busca de sus restos mortales.
También podían hacerlo con el objeto exclusivo de atormentar a los mortales.
Para contrarrestar esto último se celebraban en Roma las fiestas lemurias.
Término utilizado en esoterismo, espiritualidad o, en el movimiento rosacruz.