En el sistema jeroglífico del antiguo Egipto la lechuza simbolizaba la noche, la muerte y el frío.
Dentro del mundo de la superstición, el grito de la lechuza se consideraba corno mal augurio, incluso como señal de muerte.
Según afirmaba Alberto Magno* el corazón y la pata derecha de la lechuza, colocadas sobre una persona dormida, tenían el poder de hacerle responder a todas cuantas preguntas se le formulasen.
Dada su capacidad para ver en la oscuridad, y su postura grave y como reflexiva, se la ha tomado como símbolo de la sabiduría que vence a la oscuridad y a la ignorancia.
Para el cristianismo, que le adjudicó simbolismos contradictorios, también puede ser una representación del propio Jesús, al considerarla como una luz que alumbra en la oscuridad.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.