En casi todas las religiones es obligada la ablución de manos como símbolo de purificación ritual.
Pilatos se lavó las manos para expresar simbólicamente que no asumía ninguna responsabilidad.
El lavatorio de pies era, entre orientales, signo de hospitalidad.
Jesús lavó los pies a sus discípulos en señal de humildad y amor; desde el siglo VII la liturgia católica recuerda este episodio en la ceremonia de jueves Santo.
Bautismo. Al igual que el lavatorio de manos, ablución purificadora previa a un acto ritual.
Voz asociada con religión y religiones antiguas.