Por su afición al Sol guarda estrecha relación con el símbolo solar y de la luz.
Aparece con frecuencia como imagen del alma que busca la luz (del conocimiento, de Dios, de la otra vida), y en este sentido como se halla en antiguos frescos funerarios, urnas cinericas, y también en el arte cristiano.
Igualmente remite a este significado las representaciones de Apolo como matador de lagartos (sauroktonos), simbolizando el afán de morir a manos del dios de la luz y asegurar con tal muerte el resplandor del más allá.
En la Edad Media se estableció una relación con anhelo del alma hacia Cristo, basada en la creencia siguiente citada por el Physiologus): que el lagarto viejo, cuando se queda ciego, puede recuperar la vista colándose por una rendija que asome a Levante para fijar los ojos en el Sol naciente; de similar manera, el hombre cuya mirada espiritual amenaza con enturbiarse debe contemplar fijamente a Cristo, que es el Sol de justicia.
Por el cambio anual de pie se le atribuyeron significados de renovación y resurrección.
En los países cálidos la simbología del lagarto tiene algunas connotaciones negativas, ya que su aparición coincide con los estíos y los períodos de pertinaz sequía.
Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.