Beneficio etimológicamente significa: bien que se hace o que se recibe, es sinónimo de utilidad, provecho o mejora.
En Budismo se definiría como bien que se recibe a través de la práctica.
En idioma japonés se denomina kudoku, ku es igual a realización y logro, y doku es igual a virtud o poder de las cosas para producir o causar efectos.
¿Qué es prácticamente un beneficio en budismo? ¿Comprar una casa.. es beneficio? ¿Cambiar el coche viejo por uno nuevo... es beneficio? ¿Conseguir un buen trabajo... es beneficio? ¿Encontrar una buena pareja es beneficio? ¿Restaurar la felicidad o armonía en el hogar... es beneficio? ¿Encontrar estacionamiento para el auto en el centro... es beneficio? ¿Encontrar dinero en la calle es beneficio?
Claro que son beneficios, pero entonces enseguida surge la reflexión. Esto no solo le pasa a los budistas, sino que también le ocurre a la gente común.
La gente común también obtiene beneficios, y los atribuye a "la suerte", a la "buena estrella" o a la "casualidad", y hace cábalas para seguir obteniendo beneficios.
Los Budistas se diferencian porque obtienen beneficios a través de la práctica, invocando NAM-MIOHO-RENGUE-KYO y a través de ese efecto siguen practicando para seguir obteniendo beneficios. Esto se conoce en Budismo como Bono Soku Bodai, que sería transformar los deseos mundanos en iluminación. Cada vez que logramos satisfacer un deseo o alcanzar un objetivo, afianzamos más nuestra fe y buscamos objetivos cada vez más elevados, hasta llegar a desear el objetivo fundamental, que es la búsqueda del estado de buda.
Esta búsqueda alude a la facultad del BUDA de percibir y comprender la LEY del Universo, a la vez que ejercitar la Sabiduría para utilizar esta LEY en sus actos.
Esto no se puede lograr si se sufre la angustia de la soledad, la amenaza de divorcio, la desesperación de la bancarrota, la enfermedad de un ser querido, las tristes circunstancias que nos acosan. Y las personas que así sufren no pueden relacionarse con la explicación teórica del BUDA, necesitan una pareja, un amigo, un abogado, un médico, un trabajo o cualquier solución, en resumen necesitan BENEFICIOS.
La gente que enfrenta obstáculos NECESITA SOLUCIONES REALES, esta búsqueda demanda que nos desarrollemos paso a paso sobre una base, estos pasos intermedios se llaman beneficios, y son los que nos llevan a la iluminación. Cada logro nuevo es una prueba para profundizar la fe en la práctica budista. Esta prueba se conoce como JIMYO JOBEN (Jimyo Joben: igual a medio para cambiar la vida cotidiana).
Mientras que otras filosofías pretenden la benevolencia de la protección y el bienestar físico, el budismo de Nichiren Daishonin señala la necesidad del bienestar en CADA fase de la vida.
Nichiren Daishonin define los beneficios (kudoku) como los resultados de purificar las seis raíces de la. vida: los OJOS, los OÍDOS, la NARIZ, la LENGUA, el CUERPO y la VOLUNTAD. Explica que ku quiere decir disminuir el mal, y doku quiere decir el bien complaciente. También dice que kudoku simboliza el hecho de poder conseguir la iluminación tal como uno es (Sokushin Yobutsu), contando con los potenciales ya inherentes y sin esperar ninguna transformación milagrosa.
Es decir, que el iluminado no tiene aureola, ni cambia su cuerpo o su cara más bonita, sigue siendo tal cual es. Por ejemplo, un equipo de fútbol que está perdiendo el partido por un tanto y siente de pronto un ímpetu de unión y se esfuerza por llegar a la victoria. Ese espíritu perdedor se ha convertido en ganador, nada ni nadie ha cambiado, la cancha es la misma, la. hinchada es la misma, el director técnico es el mismo, los jugadores son los mismos, esto es Shokushin Yobutsu y el catalizador es el beneficio, o sea, la victoria. Y es muy importante, el iluminado no se vuelve más bello o mejor, sigue siendo igual.
Volviendo a las seis raíces, vemos que representan los cinco sentidos y se agrega la voluntad. Si a nosotros nos gusta algo, lo deseamos, si no nos gusta lo rechazamos. Los deseos vienen a través de los sentidos, o sea de las seis raíces. Por ejemplo, si vemos una chica linda por la calle... la deseamos, no? Pero si en vez de la chica, está la mamá de la chica... ya no, no es cierto?
Por eso es importante que, nosotros purifiquemos nuestros sentidos, o sea las seis raíces como dice Nichiren Daishonin.
¿Ustedes saben por qué se hacen chocar los vasos cuando brindamos? Cuando brindamos estamos alegres y tenemos que satisfacer los sentidos, los ojos ven el color del vino o cerveza, el olfato capta el olor de la bebida, el gusto saborea el sabor de la bebida, y la voluntad las ganas de beber, sólo falta el oído por eso chocamos los vasos.
Bueno, ahora yo les pregunto ¿es bueno suprimir los deseos? ¿es malo desear? No, de ninguna manera, eso sería una negación de la naturaleza humana y es imposible, sólo los santos y los muertos no desean y aquí no creo que haya un santo ni tampoco ustedes están muertos.
La purificación de las seis raíces se refiere al proceso de definir a nuestros deseos, elevarlos a un nivel más constructivo. Significa desarrollar una fuerza vital más fuerte.
El desafío de un partido de fútbol, un matrimonio o una enfermedad, ya es en sí un beneficio esencial. Pero una obsesión por beneficios pequeños puede obstruir el impulso que hemos establecido hacia nuestros objetivos de largo alcance. Pero también es bueno desear, porque el placer momentáneo y las utilidades son grandes esparcimientos, y su satisfacción nos lleva a buscar beneficios más altos.
Lo más importante es que comprendamos que nuestros deseos en sí, y de por sí, no son ni buenos ni malos, sino neutros, cuenta hacia dónde nos dirigimos. Si los canalizamos en forma constructiva, recibiremos beneficio.
Si nuestra mente nos controla, entonces estaremos a la deriva, pero si nosotros controlamos nuestra mente, entonces haremos cosas constructivas y en eso nos ayuda la práctica del Budismo de Nichiren Daishonin.
Los beneficios se originan de la transformación de la vida humana, de lo negativo a lo positivo. Una persona que aprovecha el Budismo de Nichiren Daishonin, puede luchar contra la adversidad y desarrollar el potencial de su propia vida, de experimentar un gran cambio.
Una persona en una situación desenvuelta y cómoda, disfruta lo que tiene y no se somete a una transformación mayor, no busca. Por eso debemos estar felices de no tener cosas y desearlas, porque entonces buscamos. Eso nos pasa a todos y podemos estar felices de haber encontrado a GOHONZON, eso es también un gran beneficio, y también aprenderemos a desafiar y lograr lo mismo que otras personas.
Pongamos un ejemplo, dos negociantes, el señor A y el señor B, que en la actualidad tienen las mismas cosas: casa linda, buena esposa, coche, dinero, etc., de todo igual. Pero el señor A nació en casa grande, con padre con dinero, estudió sin necesidad de trabajar. El señor B se crió en un orfanato, tuvo que trabajar para poder estudiar en un colegio nocturno. Si compararnos sus logros, son los mismos, pero con diferencias en sus maneras de reaccionar ante una crisis, el señor A se ha criado en la comodidad, no se curtió en el esfuerzo de sus objetivos y sufrirá una experiencia aplastante frente a una crisis, mientras que el señor B, acostumbrado a desafiarse, luchará y vencerá como en otras dificultades. Esto es el entrenamiento real, el beneficio mayor, la facultad de desafiar y sobrepasar la adversidad. Los que basan su sabiduría en la experiencia de las privaciones son los más aptos para abordar un problema.
Si bien es cierto que en el mundo existe mucha gente decidida y competitiva, por lo común nos encontramos que sus desafíos los han cejado insensibles y amargados, aprendieron pocas lecciones sobre sus vidas en la batalla por la supervivencia. Sin una filosofía que elucide su vida, su lucha por la victoria asume una desafortunada connotación animalística. Por eso son un beneficio las sabias enseñanzas de la práctica del Budismo de Nichiren Daishonin.
Expresión usada en budismo y sus tradiciones.