Término empleado por San Pablo para describir la extrema humillación de Cristo para poder obtener el perdón de los pecados del hombre.
En la Epístola a los Filipenses (2;6) puede leerse: "El cual, siendo de condición divina, no hizo alarde de ser igual a Dios, sino que se despojó a sí mismo, tomando condición de esclavo".
Término relacionado con el cristianismo, gnósticos, la Biblia, cristianismo esotérico.