(Hebreo). Los cabalistas orientales hacen derivar este nombre de Isaral o Asar, el Dios-sol. "Isra-el" significa "que pelea con Dios": el "sol que se eleva sobre Jacob-Israel" designa el Dios-sol Isaral (o Isar-el) que lucha con "Dios y con el hombre", y la materia fecundada, que tiene poder también con "Dios y con el hombre", y frecuentemente prevalece sobre ambos
Esaú, Æsaou, Asu, es también el sol. Esaú y Jacob, los alegóricos gemelos, son emblemas del principio dual de la naturaleza que está siempre en lucha: bien y mal, luz y tinieblas, y el "Señor" (Jehovah) es su antetipo
Jacob-Israel es el principio femenino de Esaú, como Abel es el de Caín, siendo Caín y Esaú el principio masculino
Por esto, a semejanza de Malach-Iho, el "Señor" Esaú pelea con Jacob y no prevalece
En el Génesis, XXXII, el Dios-sol lucha primero con Jacob, descoyunta su muslo (un símbolo fálico), y sin embargo, es vencido por su símbolo terrestre: la materia; y el Dios-Sol se erige sobre Jacob y su muslo en alianza
Todos estos personajes bíblicos, incluso su "Señor Dios", son figuras representadas en un orden de sucesión alegórico
Son símbolos de la Vida y de la Muerte, del Bien y del Mal, de la Luz y de las Tinieblas, de la Materia y del Espíritu en su síntesis, estando todos ellos bajo sus contrastados aspectos.
Concepto utilizado en el judaísmo o, cábala