Beneficio que se acumula durante un cierto período pero no es inmediatamente reconocible.
El término se usa en oposición a "beneficio conspicuo" o beneficio que aparece de un modo claramente reconocible. En "Kyo Gyo Sbo Gosbo" (Enseñanza, práctica y prueba), Nichiren Daishonin explica el beneficio conspicuo como el beneficio del Budismo de la cosecha y el beneficio invisible como e1 beneficio del Budismo de la siembra. Quienes lograron la Budeidad durante la vida de Shakyamuni, durante los Días Primero y Medio de la Ley, ya habían recibido de Shakyamuni, en el pasado, la semilla de la Budeidad y, a través de muchas existencias, la fueron nutriendo, hasta que estuviese totalmente madura su capacidad para la iluminación, y fueran propicias sus condiciones para transitar el último escalón, por así decirlo, de las enseñanzas de Shakyamuni. Por lo tanto, se denomina beneficio conspicuo a la iluminación claramente manifiesta en aquel tiempo.
En el último Día de la Ley,, la gente recibe la semilla de la Budeidad por primera vez. En esta época, el beneficio de la iluminación no se reconoce de inmediato. Por lo tanto, el beneficio del Budismo de la siembra se llama beneficio invisible. En realidad, los beneficios conspicuos e invisibles no son dos tipos diferentes de beneficios, sino dos modos en que el beneficio se manifiesta. El beneficio invisible de la gente del último Día de la Ley, finalmente, encuentra expresión en forma conspicua.
Con respecto al beneficio invisible, e1 `Junyoze Hi' (Los diez factores de la vida) afirma: "En primavera, el otoño parece lejano, pero, como ha de volver, según el ciclo anual de las estaciones, usted no duda en esperarlo. De igual modo, aunque parezca que lleva mucho tiempo comprender esta enseñanza y manifestar la Budeidad, será en esta existencia que usted lo hará, tomándose un buda dotado de las tres propiedades iluminadas".
Expresión usada en budismo y sus tradiciones.