Formada en Inglaterra por los seguidores del teólogo escocés Eduardo Irving (1792-1834) con un carácter revivalista, que trataban de prepararse para la segunda venida de Cristo mediante la restauración de los antiguos oficios de la iglesia.
Adoptaron los ornamentos y ritos de las iglesias católica, griega y anglicana. Restablecieron la misa romana y los siete sacramentos tradicionales a los que rodearon de la mayor pompa posible. Estaba dirigida por un Colegio de Apóstoles que debían ser doce, aunque rara vez pasaron de seis. Obtuvo alguna presencia en Inglaterra, Holanda, Alemania y Estados Unidos durante el desarrollo del siglo XIX, declinando su influencia a finales de la centuria.
Tras la muerte de Irving la secta derivó hacia el sacerdotalismo y el ritualismo.
También se les conoce como irvigianos.
Concepto usado en el contexto del catolicismo y la Iglesia Católica