Determinada por las necesidades del culto cristiano, así como por el momento estilístico de cada época.
Materiales: piedra natural, madera, ladrillo; últimamente también de hormigón armado, acero, vidrio.
Tipos fundamentales: desde el cristianismo primitivo, nave generalmente orientada al este (simbolismo común: altar = cielo = este; puerta a poniente = infierno; o por analogía: cabeza humana = este; pies = oeste; corazón = crucero); central, especialmente en el arte bizantino (baptisterio); la combinación de ambos tipos de la Iglesia con cúpula en el crucero; a partir del barroco intervienen cúpulas de planta elíptica.
Según las épocas, las necesidades litúrgicas y la circunstancia histórica dieron lugar a la infinidad de tipos y variantes (por ejemplo iglesias amuralladas o fortificadas; en los centros de peregrinación muchas veces se rompe la estructura basilical para dar lugar a una disposición de tipo escénico, etc.).
En la época contemporánea sufre más a menudo la influencia de la arquitectura civil y sus nuevas técnicas.
Concepto usado en el contexto del catolicismo y la Iglesia Católica