De obvia relación con el fuego, cobra importancia sobre todo en la alquimia y en relación con los procesos de transmutación de los metales, del agua, el aire, la tierra, etc., y los procesos místicos y morales vinculados a aquellos. En especial el horno del panadero alude simbólicamente a la matriz, de donde el ser introducido en el horno puede simbolizar el retorno a la felicidad del estado embrionario y el quemarse en el horno podría interpretarse como símbolo de muerte y resurrección.
Expresión usada en alquimia.