Pequeños seres humanos hechos artificialmente, engendrados del sperma viri sin ayuda del organismo femenino. (F. Hartmann). Los homúnculos de Paracelso son un hecho en alquimia, y muy probablemente lo serán también en química
(Doctrina Secreta, II, 364). Estos diminutos seres, creados artificialmente por medio de procedimientos espagíricos, (alquímicos o químicos, según la química de Paracelso y sus prosélitos) tienen forma humana y son de naturaleza gaseosa o etérea, transparentes, incórporeos, pero dotados de inteligencia
Existen relatos circunstanciados de la producción de algunos homúnculos, entre otros los del famoso conde de Kueffstein, chambelán de la emperatriz María Teresa
Este conde y el abate Geloni se encerraron en el laboratorio de un convento en Calabria, y por espacio de cinco semanas, día y noche, estuvieron trabajando con hornillos encendidos
Después de este tiempo lograron crear nada menos que diez homúnculos
El modus operandi lo describe Paracelso en su tratado De Natura rerum
Véase: Isis sin velo, I, 133-134 y 465; Figuier, L'Alchimie et les Alchismistes, edic. de 1860, págs. 78-79; Christian, Histoire de la Magie, pág. 447; Goethe, Fausto, segunda parte, etc., etc.
Término relacionado con magia, amuletos, sistemas oraculares.