Término utilizado en esoterismo, espiritualidad o, en el movimiento rosacruz.
Dentro de la Teosofía se da este nombre a aquellos que han alcanzado el desarrollo, es decir a los muertos que poseen una evolución completa y que ayudan a los vivos a utilizar mejor sus fuentes.
De acuerdo a la Orden Rosacruz son maestros o adeptos.
Seres compasivos que a través de muchas vidas han desarrollado sus facultades internas a un alto grado pasando por las Escuelas de Misterios Menores y Mayores, habiendo alcanzado así un estado evolutivo que les libera de todas las ataduras de la Tierra.
Ellos han preferido sin embargo permanecer en la misma como auxiliares, dándosele a cada uno un trabajo específico en armonía con su interés e inclinaciones particulares.