Todas las leyendas y tradiciones mitológicas hablan de un personaje, «el guardián del tesoro».
Puede ser un guerrero dotado de poderes extraordinarios, o también personajes míticos como un dragón, un grifo o un enano.
Estos seres protegen el precioso tesoro frente a cualquiera que, sin ser digno de ello, quiera penetrar en el recinto sagrado.
En el plano psicológico los guardianes representan aquellas fuerzas que se concentran entre los diversos planos de evolución del individuo; una evolución que no sólo ha de ser progresiva, sino que también puede representar una regresión espiritual.
La figura simbólica del «guardián del umbral» constituye pues un elemento que debe ser vencido por el individuo a fin de alcanzar y de poder instalarse en niveles superiores.
Ver también Bahaíes
Expresión utilizada en mitología.