Para los chinos simbolizaba la muerte y la resurrección, puesto que hace la puesta en el suelo y tras pasar la fase de larva viviendo bajo tierra, asoma en su forma definitiva.
En China y en la culturas de Mediterráneo el grillo, que gusta de anidar cerca de los hogares o en los muros de las casas, estaba considerado como portador de buena suerte.
Expresión relacionada con el taoísmo, confucionismo y la cultura china.