Alquimista y filósofo que vivió a mediados del siglo XVII
Es el primer filósofo conocido que sostuvo que todo objeto natural (v. gr. plantas, criaturas vivientes, etc.), después de quemado, conservaba su forma en cenizas, y que dicha forma se podía hacer surgir de ellas otra vez
Esta pretensión fue justificada por el eminente químico Du Chesne, y después de él Kircher, Digby y Vallemont se han cerciorado del hecho, demostrando que las formas astrales de plantas quemadas podían hacerse resurgir de sus cenizas
En una obra de Oetinger, Consideraciones acerca del nacimiento y generación de las cosas, se ha publicado una fórmula para hacer surgir dichos fantasmas astrales de las flores.
Concepto utilizado en el judaísmo o, cábala