en sánscrito, Sadaparibhuta. El nombre completo era Jofukyo, pero se lo abrevia, a menudo, como Fukyo. Bodhisattva descrito en el capítulo veinte, «Fukyo», del Sutra dei Loto, quien apareció durante el Día Medio de un Buda llamado lonno, cuando el Budismo estaba declinando y monjes arrogantes ejercían gran autoridad. Este bodhisattva tenía gran respeto por todo aquel con quien se encontraba y le expresaba con sus palabras, alabanzas (más adelante, llamadas los veinticuatro caracteres del Sutra del Loto) que decían: «Los respeto profundamente. No me atrevería a despreciarlos ni a ser arrogante con ustedes, porque todos practicarán el camino del bodhisattva y, seguramente, lograrán la Budeidad». Por eso, se lo llamó bodhisattva Jofukyo (Jamás Despreciar). La gente se mofaba de él y lo atacaba con varas y piedras. Hacia el fin de su vida, escuchó acerca del Sutra del Loto, que había sido propagado por el Buda lonno y pudo abrazarlo, completamente, purificando así sus seis sentidos, y extender su existencia doscientos, diez mil, cien mil nayuta de años y predicar el Sutra del Loto a incontables millones de personas.
Todos aquellos que al comienzo lo habían calumniado, lo siguieron y tuvieron fe en el sutra; pero, debido a sus ofensas cometidas en el pasado al haber albergado ira y rencor contra Fukyo, languidecieron en el infierno del sufrimiento incesante por mil kalpas. Por veinte millones de kalpas, jamás se encontraron con un Buda ni oyeron sobre la Ley o vieron a un monje. Con el tiempo, sin embargo, renacieron con el bodhisattva Fukyo, y él los convirtió al Sutra del Loto.
En el capítulo «Fukyo», Shakyamuni manifestó que él mismo era el bodhisattva Fukyo en una existencia anterior. Nichiren Daishonin, a menudo, cita la historia del bodhisattva Fukyo para ilustrar el principio de manifestar la iluminación mediante la relación inversa (en japonés, gyakuen).
Expresión usada en budismo y sus tradiciones.