En la Luz en el Sendero, en la Clave de la Teosofía y otras obras teosóficas, se leen pasajes concebidos en estos o parecidos términos: "Sus frutos tórnanse en la boca polvo y ceniza" (Luz en el Sendero, nota 1); " habrán de parecerse a la fruta del Mar muerto" (Clave de la Teosofía, pág. 195, trad. Castellana), u otras frases por el estilo, con que se pinta el desengaño que padece una persona al ver defraudadas sus más halagüeñas esperanzas, como acontece a aquellos que trabajan con afán, pero con miras interesadas o egoístas, para lograr una recompensa futura
Esto hace alusión a la fruta llamada manzana de Sodoma, que crece en las orillas del Mar Muerto, muy apetitosa a la vista, pero que en el momento en que uno va a gustarla se convierte en polvo y ceniza
Muy poéticamente describe esta engañosa fruta Göethe cuando pone en boca del Coro estas palabras: " sus finas mejillas, sonrosadas como melocotones y asimismo cubiertas de un vello suave cual terciopelo
De buena gana mordería en ellas, pero me estremezco al pensarlo, pues en un caso tal la boca, horrible es decirlo, se llena de ceniza". (Fausto, II parte, acto 3).
Término utilizado en esoterismo, espiritualidad o, en el movimiento rosacruz.