En la zona de la actual Túnez fue fundado el califato fatimí por Ubaydallah en el año 910, quien decía ser descendiente directo de Mahoma a través de su hija Fátima.
Se trataba de un movimiento de raíz chiita de la rama ismailí que posteriormente se difundió por Egipto y Siria.
La invasión de Egipto por parte de Saladino el año 1171 puso fin a esta dinastía.
Corresponde al islamismo y la cultura árabe.