Apelativo por el que se hacía conocer el evangelista negro Georg Baker (1880-1965).
Fundador de una secta en la que sus seguidores le consideraban el Mesías, Father Divine constituye un personaje pintoresco en el que se unen la capacidad para montar un auténtico emporio económico, la entrega y ayuda a los necesitados y una visión mesiánica que le hacía responder a los jueces, que en una ocasión le interrogaron por el escándalo público originado por los gritos y cantos de sus discípulos: «No son millares, sino millones de hombres y mujeres los que me llaman Dios; otros millones de individuos dicen que soy el Diablo.
¡Pero yo soy divino y hago temblar a la Tierra!».
Pese a estas manifestaciones megalomaníacas, Father Divine ayudó a miles de necesitados, dándoles protección, cobijo e incluso proporcionándoles cursos de formación nocturna para elevar su nivel de vida.
Sus numerosos seguidores incluían a muchos miles de blancos, pues a todos cautivaba con su generosidad y entrega.
Poseía un auténtico parque de vehículos suntuosos, así como un vistoso avión personal pintado de rojo, cuyas evoluciones sobre el cielo de Harlem hacían las delicias e impresionaban vivamente a la multitud de sus seguidores.
Estaba siempre dispuesto a atender al que solicitase su ayuda, y su personalidad, encantadora y estrambótica, guardó cuidadosamente los misterios que rodeaban su vida; como, por ejemplo, el origen de su inmensa fortuna, ya que no se establecían colectas en su movimiento.
Su predicación era una curiosa mezcla de baptismo, teosofía* y ciencia cristiana* (christian science).
Expresión asociada a sectas o movimientos sectarios.