Símbolos o conceptos simbólicos utilizado en esoterismo o religiones.
Movimiento ocultista —o creencia del mismo género— que considera posible la comunicación con las almas de los difuntos, lo cual debe lograrse, por lo general, gracias a la intervención de un médium.
Se suele considerar a Swedenborg* como el padre moderno del espiritismo, si bien las bases de esta creencia proceden de un pasado muy lejano, ya que la evocación de los espíritus* parece ser tan antigua como lo es la misma Humanidad.
Así, por ejemplo, en la mitología mesopotámica el héroe Gilgamesh evoca el espíritu de su amigo y camarada Enkidu. En el papiro del Louvre se puede ver como los antiguos egipcios solicitaban de los muertos que les enviasen sueños proféticos.
También Ulises evoca en la Odisea el espíritu del adivino Tiresias. Diversas son las referencias, dentro del teatro clásico griego, a la evocación de los espíritus. Por lo que respecta a la Biblia, puede verse en el Libro de Samuel como el rey Saúl evoca el espíritu de Samuel.
La nueva versión del espiritismo se inició en 1847 y tuvo como lugar de origen la pequeña población de Hydesville, en Estados Unidos. Allí las hermanas Fox*, Margaret y Katie, dijeron haber escuchado unos ruidos extraños que tras ser debidamente investigados resultaron ser producidos por el espíritu de un vecino, asesinado pocos años antes, que quería ponerse en contacto con seres vivos. El hecho se divulgó rápidamente y pronto las hermanas Fox se convirtieron en famosas mediums, al tiempo que el interés por las manifestaciones espiritistas se extendía por todo el mundo, pese al marcado escepticismo, cuando no oposición declarada, de los medios científicos.
No obstante, figuras destacadas, tanto de las letras como de las ciencias, (Victor Hugo, Sardou, Lombrosso, etc.) fueron declarados espiritistas.
El movimiento llegó a contar varios millones de seguidores y alcanzó su cumbre cuando Allan Kardec* se convirtió en el teórico de la escuela espiritista.
Actualmente el número de seguidores ha decaído notablemente —menos de un millón en todo el mundo— si bien sigue muy vigente.
Es el nombre de una doctrina regida por la existencia de la vida después de la muerte y la posibilidad de comunicarnos con los muertos.
Movimiento o secta filosófica, científica o moralista, dentro de cuyas prácticas el hombre puede entrar en contacto con los muertos a través de Médiums, es decir personas que sirven de medio o intermediario con los Espíritus o ya fallecidos.
Movimiento surgido a mediados del siglo XIX, bautizado así por el investigador francés Allan Kardec, en 1857.
Religión y filosofía nacida a mediados del siglo XIX pasado a partir de los fenómenos producidos por las hermanas Fox.
Su gran teórico fue Allan Kardec, autor de numerosos libros sobre la materia. Se trata de una creencia humanista, defensora de la existencia del Más Allá de la muerte, de la comunicación con Entes/Espíritus desencarnados, los cuales mantienen lazos espirituales, psíquicos y físicos con los humanos a través de los Mediums.
Actualmente forman centros culturales, federaciones de asociados y lugares de trabajo e investigación espírita.
Religión según la cual las almas de los muertos tienen la posibilidad de poder comunicarse con los vivientes a través de un médium.
Con cierta similitud Taoísta, consideran la existencia real de los espíritus y su capacidad de materialización.